Hoy en día, muchos padres conocen de primera mano la palabra “morder” y saben que en ocasiones puede ser incorrecto y necesita tratamiento. Las personas especialmente avanzadas conocen las palabras ""Pero, por regla general, el conocimiento termina ahí, pero comienzan los mitos y las conjeturas. No todo el mundo sabe cuándo visitar a un ortodoncista. Algunos cargan a sus hijos inmediatamente después de salir del hospital y muestran la mandíbula desdentada del bebé. Otros creen que hasta que los dientes de leche hayan cambiado, no es necesario acudir al ortodoncista. Sin embargo, la primera visita preventiva al ortodoncista debe programarse a los 3-4 años. Anteriormente no tiene sentido, ya que no hay dientes y no está claro si la mordida es correcta. Sin embargo, si los dientes de un niño se deterioran inmediatamente después de la dentición, es necesario acudir al dentista lo antes posible para detener el proceso. Los dientes de leche no se pueden dejar sin tratar, aunque parezca que de todos modos se caerán. El caso es que si un diente de leche no se trata a tiempo, provocará complicaciones que provocarán daños en los rudimentos de un diente permanente. Si un diente de leche se cae prematuramente, el niño puede desarrollar una maloclusión, cuyo tratamiento será costoso y difícil. En el extranjero no sólo tratan los dientes de leche, sino que a veces también los cubren con coronas para evitar la pérdida prematura de los dientes y la progresión del proceso de caries. Otra idea errónea es que los ortodoncistas sólo tratan con aparatos ortopédicos. Sin embargo, a una edad temprana no hay forma de tratarlos con aparatos ortopédicos; simplemente no tiene sentido ponérselos en los dientes permanentes. Por lo tanto, las patologías en oclusión primaria se tratan mediante dispositivos de placa especiales. A esta edad, por regla general, solo se tratan patologías graves que afectan no solo a los dientes individuales, sino en general al crecimiento y formación de toda la mandíbula, o se llevan a cabo una variedad de procedimientos preventivos que permiten preparar la mandíbula y los dientes. para el tratamiento posterior, o se lleva a cabo la autorregulación de la patología de la mordedura.
¿Por qué los dientes crecen mal?
No hay duda de que el tratamiento de los dientes de lechees sumamente necesario, y para corregir la mordida es necesario visitar a un ortodoncista. Pero, ¿quién tiene la culpa de que los dientes crezcan incorrectamente? Hay muchísimas razones que provocan la patología de la mordedura. Se trata, ante todo, de motivos hereditarios. Muchos tipos de maloclusión (por ejemplo, “labio de Habsburgo”, enfermedad de los reyes) son “familiares”. Una causa común de esto es el trauma del nacimiento. Además, la mordida se ve afectada negativamente por la destrucción por caries de los dientes de leche, así como por su extracción temprana. Hay otras razones no muy evidentes. Por ejemplo, el hábito de chuparse un dedo o morder un bolígrafo puede hacer que los dientes se muevan en diferentes direcciones. Sin embargo, la tarea principal de los padres es mostrarle al niño a un ortodoncista, quien podrá encontrar la patología, identificar la causa y luego corregir los problemas de mordida.