Platos de conejo
No solo pieles valiosas
La carne de conejo dietética es buena para todos yespecialmente para niños, madres lactantes, personas mayores y quienes se preocupan por su figura. A pesar de que el contenido de proteínas de la carne de conejo es mayor que el de cordero, cerdo y ternera, esta carne tiene poca grasa y prácticamente nada de colesterol. Se absorbe perfectamente e incluso está recomendado para personas que padecen alergias alimentarias, enfermedades gastrointestinales e hipertensión. Contiene muchas vitaminas y microelementos. Además, la investigación científica ha revelado que el cuerpo del conejo es inmune a la radiación y a los fertilizantes químicos. No en vano se recomienda comer carne de conejo a quienes trabajan en industrias peligrosas o viven en zonas ambientalmente desfavorables. Cómo elegir La carne de conejo rara vez es dura. Sólo hay que saber elegir un conejo: el cadáver del animal joven es rosado y blanco, bastante elástico, pesa menos de un kilogramo (si es más, será difícil masticarlo). Cómo cortar Un cadáver de conejo se divide en 6-8 partes: dos patas traseras con muslos, dos patas delanteras con hombros y de dos a cuatro trozos de silla de montar; esta es la carne más tierna. La parte trasera, donde hay menos tejido conectivo, se utiliza con mayor frecuencia para freír; la parte delantera se cocina mejor o se cuece. O puedes hornearlo entero si lo envuelves en papel de aluminio junto con la bandeja para hornear.